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Los enanos también empezaron pequeños (1970)

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LOS ENANOS TAMBIÉN EMPEZARON PEQUEÑOS de Werner Herzog
LOS ENANOS TAMBIÉN EMPEZARON PEQUEÑOS de Werner Herzog
LOS ENANOS TAMBIÉN EMPEZARON PEQUEÑOS de Werner Herzog

Los enanos también empezaron pequeños (1970), un llamado al subconsciente y al subsuelo del ser humano

ACTUALIDAD CINEMATOGRÁFICA (LUIS ESPINAL)

Diario Presencia (La Paz domingo 28 de enero de 1979)

LOS ENANOS TAMBIÉN EMPEZARON PEQUEÑOS de Werner Herzog es una película de una extrema crueldad mental. Herzog parte de algunos elementos arquetípicos muy utilizados por Buñuel: los enanos, los gallos, la procesión, los insectos .. .

Pero Buñuel queda muy atrás en el paroxismo de este film. En el surrealismo de Buñuel, la crueldad queda mitigada por la ironía y una cierta ternura de fondo, en cambio Herzog mira al ser humano como a una gusano, fríamente. Por esto, si Buñuel es un anarquista, Herzog se inclina más al nihilismo, Buñuel cuestiona la ética , pero Herzog cuestiona la metafísica. Herzog tiene connotaciones de la filosofía existencial alemana, en concreto de Heiddeger, muy presentes por ejemplo en EL ENIGMA DE KASPAR HAUSER. Sus personajes son “para la muerte”, y su visión del mundo es la del absurdo.

Al ver LOS ENANOS TAMBIÉN EMPEZARON PEQUEÑOS no podemos dejar de pensar en la filmación misma de este film, no solamente está la crueldad del tema, sino también la crueldad de la filmación. ¿La actitud ética de Herzog no está emparentada con el nazismo de los campos de exterminio?

El desagrado ante un tema hiriente, no quiere decir que se trata de un film sin importancia, sino muy al contrario. En esta granja de enanos sublevados, se celebra un festival de la frustración y de la lógica del instinto. Bajo la constante risotada de los subnormales, se presentan los diversos momentos, las plantas regadas con gasolina inflamada, el juego de bolos de los ciegos, los enanos comentando la belleza de las peladas de la revista, el almuerzo con el lanzamiento de los platos y la orgía destructiva (recuérdese VIRIDIANA de Buñuel), la procesión con el mono atado a la cruz, las gallinas que se picotean, las peleas de los ciegos 

LOS ENANOS TAMBIÉN EMPEZARON PEQUEÑOS está ambientado en el paisaje volcánico de las Islas Canarias, con los árboles retorcidos por el viento, y en la banda sonora, se combinan las carcajadas dementes y la estridencia repetitiva del “cante jondo”.

Este film, en un blanco y negro exasperado, está filmado con una gran fluidez técnica, su misma belleza plástica (encuadres de equilibrio clásico, panorámico solemnes) se convierte en un nuevo elemento de crueldad, al dar una visión estética de lo insoportable. La cámara se mueve con una agilidad pasmosa, planeando sobre las escenas como un ave de presa, o moviéndose con ágiles balanceos de felino.

Una gran parte de la crueldad del film está en mostrar a estos enanos desde un punto de vista superior, de dominio, aplastándolos así en su impotencia. Al igual que al ubicarlos en un mundo desadaptado para ellos, ya que no llegan a las sillas, o a la manija de las puertas…

Muchas de las imágenes cobran un constante sentido emblemático y simbólico, como este carro que gira interminablemente en la gratitud absoluta, antes de lanzarlo al cráter del volcán, o el eterno picotearse y agredirse de las gallinas. La angustia llega a su cumbre en la frustración del enano que no puede subir a la cama, y sobre todo, en este camello que no puede pararse.

El tema anárquico asoma en esta autoridad plenamente inoperante, encerrada en su oficina con su rehén, mientras afuera reina la orgia.

Como todo el cine surreal sus niveles de interpretación son varios, y es ante todo un llamado al subconsciente y al subsuelo del ser humano, allí donde aún no ha llegado la personalización.

Una imagen capital del film es la de la coleccionista de coleópteros, que los tiene clavados con alfileres en su caja, pero disfrazados de seres humanos, el novio, la novia , el padre, el testigo … La imagen lógicamente es reversible, los seres humanos como simple colección de coleópteros, y por si alguien lo duda, Herzog nos muestra este mundo de enanos estúpidos y crueles, o el AGUIRRE conquistador.

Esta mirada cínica sobre el hombre tiene su filosofía. El tema más humano que se desliza en el film, es el de que no llega nunca la policía tan esperada por la autoridad, y Herzog parece decirnos: El hombre es un ser tan absurdo que no puede ser juzgado (recordemos la secuencia inicial) , no puede ser condenado.

Así, en el fondo de la angustia, hallaríamos la escapatoria a ella, la ausencia de responsabilidad humana. ¿No refleja esto el subconsciente colectivo de la Alemania post-nazi?

 

 

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