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Tiburón 2, cine de orcas, tintoreras y escualos
Tiburón 2 (Jaws 2) de Jeannot Szwarc es obviamente una segunda parte, se ha intensificado la acción, pero se ha perdido la sicología de los personajes.
ACTUALIDAD CINEMATOGRAFICA (LUIS ESPINAL)
Diario Presencia (La Paz, domingo 7 de enero de 1975)
Tiburón 2 (Jaws 2) de Jeannot Szwarc es un episodio más del cine de orcas, tintoreras y escualos. Cómo en el primer episodio fueron eliminados ya varios personajes, nos hemos quedado sólo con el policía (Roy Sheider).
El primer TIBURÓN tenía un cierto estudio psicológico y una diversidad de caracteres, ahora tenemos sólo una cinta de acción, sin más preámbulos.
Una vez más, el único hombre lúcido de los peligros que acechan es él policía. ¿A dónde nos llevará esta moraleja?
La falta de los personajes anteriores, se ha suplido con un enjambre de adolescentes. Que no siempre, parecen tomarse la película y los tiburones muy en serio.
La tensión del filme está entre el comisario que intuye que hay un tiburón al acecho, y las autoridades y notables del pueblo reticentes y que no quieren creer en el peligro.
En el anterior episodio había un suspenso creciente, y se mantenía al tiburón casi en la penumbra, para hacerlo más temible. Aquí en cambio el tiburón sale mucho, aunque sólo sea a ráfagas, y corre el peligro de convertirse en un muñeco más de Walt Disney.
La exasperación de la acción ha aumentado la inverosimilitud del argumento; pienso en el tiburón volteando al helicóptero, y sobre todo el desenlace mordiendo el cable eléctrico, hasta tener un tiburón al spiedo.
Este final es tan increíble que uno piensa ¿No es esto un insulto al espectador?, al tratarle como a ¿subnormal?
Jeannot Szwarc no es Steven Spielberg
A pesar de la alternancia entre el peligro en el mar y la tranquilidad de los que están en tierra, el suspenso de la película no acaba de funcionar. Tal vez, simplemente porque Jeannot Szwarc no es Steven Spielberg, y habría hecho mejor quedándose con sus insectos (INVASIÓN INFERNAL).
En este TIBURÓN 2, lo mejor son algunos momentos de fotografía submarina. Por lo demás, es un filme rutinario, ambientado en un pueblito rutinario y desteñido.
Para podernos interesar por los problemas de alguien, tendríamos previamente que poderle respetar, no sea que a alguien se le ocurra que el tiburón hace bien al comerse a estas algas humanas.
