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El ladrón que vino a cenar (1973)
ACTUALIDAD CINEMATOGRÁFICA (LUIS ESPINAL)
Diario Presencia (La Paz domingo 10 de febrero de 1974)
EL LADRÓN QUE VINO A CENAR de Bud Yorkin. Es una comedia policial agradable por su originalidad (este género es poco frecuente) e ironía, de fondo.
EL LADRÓN QUE VINO A CENAR de Bud Yorkin es una comedia policial norteamericana con estilo y gracia.
Un ladrón que, además firma sus robos con una movida de ajedrez, es una mezcla de alta técnica e ingenuidad. Introducido en la alta sociedad texana, gracias a un chantaje, se dedica a robar joyas.
Constantemente se enfrenta con un inspector de seguros, que sospecha de él, pero que no le puede probar nada. La moralidad del ladrón está en que, según él, en un mundo de ladrones camuflados vale más ser ladrón manifiesto.
El Film tiene mucha ironía, al mezclar las técnicas de robo más refinadas, con otras muy groseras y primitivas: por ejemplo, después de mucha técnica se le rompe el cristal con gran ruido; La perra en celo; los diálogos con el ajedrecista.
Muchos de los robos los hace aprovechando el camuflaje que le da su chica (Jacqueline Bisset) que tal vez invitó a las víctimas del robo a una fiesta social, para que no estuvieran en casa.
El robo más espectacular es el del diamante en el museo, con el ladrón disfrazado de clergyman y aun echando sus frasecillas piadosas.
La interpretación de Ryan o Neal es mucho mejor que en historia de amor.
De Bud Yorkin hemos visto otros filmes como: Divorcio a la americana, El inspector Clouseau y Dos contra dos.
