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La fiebre del disco (1980), guión endeble y convencional
La fiebre del disco, el guión endeble y convencional, la interpretación del elenco muy mediocre.
Estrenos de la semana (Por: Amalia de Gallardo)
Diario Presencia (La Paz, domingo, 17 de febrero de 1980)
Producción.- Estados Unidos
Director.- Lamar Card
El género musical de la producción cinematográfica contemporánea, está empeñada en difundir los programas artísticos y la vida privada de los “habitués”, de estos modernos centros de diversión llamados discotecas. Que por cierto, presentan características bastante discutibles desde el punto de vista moral.
El uso de drogas, promiscuidad sexual y conducta disipada es la nota dominante de las costumbres que se pintan en estos grupos humanos frívolos, ambulantes y sin más preocupación que el dinero y la atracción física.
Los números musicales presentan buenos conjuntos de baile moderno al compás de la música “pop”, lo cual resulta un atractivo para el público juvenil, que, contradictoriamente, puede ser el menos llamado a especiar las licenciosas costumbres de estos adultos que resultan bastante peculiares entre la normalidad general de la raza humana.
Los elementos más importantes para conformar una buena película son descuidados, dándose mayor importancia a los complementarios, de ahí que el guión sea endeble y convencional; la interpretación del elenco muy mediocre y que el ritmo del film se sostenga con bailes acrobáticos y carreras de motos.
En cambio, se utiliza espectacularmente la luz, la escenografía sofisticada y sobre todo la banda sonora acompañada de movimientos bruscos de travelling, adelante y atrás, movimientos innecesarios pero impactantes y sensacionalistas.
El color y la fotografía también contribuyen a impresionar al espectador, que se deja sorprender más por lo espectacular, que por los valores formales, que son necesarios para una muestra de arte.
Apreciación moral de La fiebre del disco
Film que por la ambigüedad, la dudosa interpretación moral o las escenas crudas, exige un criterio más responsable y maduro.
Apreciación artística
Regular
